Trovador de monte y ciudad
Eduardo Sosa
Trovador de monte y ciudad
Eduardo Sosa no puede ocultar que nació en Mayarí Arriba, en la provincia de Santiago de Cuba, situada en la región oriental de la mayor isla del Caribe. Y es que de las piezas musicales de este cantor emergen como un manantial el son, la guaracha y la trova, además de la picardía, la sabiduría ancestral del guajiro y la mirada despojada de prejuicios. Pero este trovador no se ha encerrado en una concha para mantenerse alejado del universo musical del planeta, de ahí que en sus canciones se hacen evidentes las huellas del jazz, los ritmos de Brasil, el blues y muchos otros aires sonoros.
Se afirma que Eduardo Sosa compuso sus primeras canciones a los 14 años. Primero se le vio cantar en los Festivales de Pioneros y más tarde en los eventos de la Federación Estudiantil Universitaria. Fue justamente en estos festivales donde se hizo amigo de Ernesto Rodríguez, con quien "descargaba" con la guitarra hasta que terminaron formando un dueto. Así nació en 1997 el Dúo Postrova, en el que Sosa asumía la voz primera mientras tocaba la guitarra y Ernesto acompañaba con el requinto y se ocupaba de la segunda voz. Es precisamente como parte de este dúo que Eduardo Sosa interviene en el filme de Pastor Vega "Las profecías de Amanda", graba dos álbumes con EMI ODEON (España), y se presenta con éxito en escenarios españoles y venezolanos. La crítica especializada ensalzó la labor del Dúo Postrova, que llegó a compartir presentaciones con Pablo Milanés, Ana Belén, Fito Páez y Miguel Ríos. Sin embargo, el dueto se disolvió a mediados del año 2002 y Eduardo Sosa continuó en solitario con sus canciones y su guitarra. Llegaron entonces conciertos en el teatro Amadeo Roldán y el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, eventos como el santaclareño Longina o giras como la nombrada La Estrella de Cuba, en la que un grupo de jóvenes poetas y cantores celebraron el bicentenario de José María Heredia.
Escuchar a Eduardo Sosa, lo mismo al cantar que durante una conversación, es entregarse a la aventura de la meditación sin artificios y la mirada limpia cargada de sinceridad. Por eso le creemos cuando confiesa en la canción "A mí me gusta, compay" que le agrada darse su vueltecita por el mundo, pero regresar a su tierra; o cuando en "Santa María de las canciones" visita varias de las piezas escritas con ese nombre de mujer; o cuando declara en "Retoño del monte" que sabe muy bien lo que arriesga al dejar su terruño para irse a vivir a la capital. Sin embargo, como mejor puedes captar la esencia de las canciones de este juglar es escuchándolo, por eso haz clic en esta descarga y descubre por qué afirmo que Eduardo Sosa tiene de monte y ciudad.
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Eduardo Sosa - Para alejar la tristeza:
- Retoño del monte
- A mí me gusta, compay
- Tú también, mi cielo
- El son de Contramaestre
- Tan llena de tristeza
- Se están amando
- Santa María de las canciones
- Era miel
- Para alejar la tristeza
- Pajarito y Bandolero
- Y si no bastara...
- Claudia vendrá