Douglas Perez rock a golpe de bateria
Douglas Pérez, rock a golpe de batería
Por: Roberto Reyes (22 de octubre de 2014)
Parece un santaclareño de pura cepa. En la ciudad se le puede encontrar lo mismo en una cafetería que en un parque, en una descarga de trova que en un concierto de rock. Sin embargo, Douglas Pérez es de Quemado de Güines, una localidad situada al norte de la región central de Cuba.
Douglas Pérez, director y baterista de la banda Azotobácter.
"Dicen que el proceso mío de parto fue difícil. Dice mi mamá que soy atravesado desde que nací, que fui un poco difícil desde que estaba en el proceso de parto", declara Douglas con una sonrisa.
Y aunque quizás sea cierto que fue un niño «difícil», el joven que en este momento vive en la ciudad de Santa Clara es un ser humano bromista, amistoso y noble. Sus únicos instantes de rebeldía, de rabia incontenible, son los que muestra cuando sube al escenario para golpear la batería.
Porque es al tocar su instrumento predilecto cuando Douglas Pérez regresa a su niñez y mueve las baquetas como si fueran lanzas para derribar los molinos gigantes que le (nos) agobian.
Hermanos y música en la niñez
"Era un niño bastante intranquilo hasta el punto que mi mamá no sabía lo que iba a hacer conmigo. Entonces le recomendaron meterme en una escuela de deporte para un poco canalizar toda aquella energía. Y estuve en varias escuelas de deporte. Por varias razones elegí baloncesto y era bastante bueno. Incluso cuando llegué al sexto grado decidí irme para el béisbol y el profesor de baloncesto no me dejaba.
"La música a mí siempre me llamó la atención, desde muy chiquitico. Y cerca de la (escuela) primaria en la que estudiaba había una fábrica de escobas. En aquel tiempo había un programa los domingos que se llamaba Recital y ponían a grupos y bandas de aquellos años, finales de los 80. Había una banda que se llamaba Iron Maiden, y era una de las clásicas del rock de aquellos tiempos. Y recuerdo que pusieron un concierto de ellos, era domingo por la noche, y me llamó mucho la atención la batería. A partir de ahí, cada vez que pasaba por la fábrica de escobas recogía algunos desechos, y mis primeras baquetas fueron esos palos de escoba de la fábrica. Y mis primeros parches fueron unos libros preciosos rusos que tenían unas carátulas gordísimas, y yo los desbaraté todos.
"Mi hermano chiquito y yo dormíamos en el mismo cuarto. Y yo con los palitos aquellos, «baquetas», y los «parches», y los «toms» eran las almohadas que también las hice tierra. En aquella casa quedaron sanas muy pocas cosas, porque además nos gustaba el fútbol. Y mi mamá, que siempre ha sido un poco sobreprotectora, a veces no nos dejaba salir a jugar, y nosotros con un balón de fútbol de verdad nos poníamos a jugar dentro de la casa. Rompimos búcaros, lavadoras…
"Nos metíamos en el cuarto, yo era el baterista y mis dos hermanos lo mismo tocaban la guitarra, el bajo o cantaban. Todo lo hacían con la boca. Entonces los vecinos le decían a mi mamá: «Oye, eso que está haciendo se oye bien. Mételo en una Casa de Cultura, llévalo a una escuela». Y mi mamá respondía: «No, él va a ser doctor»".
Influencias y primera visita a un concierto
"Tengo la influencia de mi hermano mayor —tengo la suerte de tener un hermano mayor, y uno menor también—, que me lleva aproximadamente 6 años y le gusta la música rock. Pero le gustan las cosas un poco más suaves, AC DC por ejemplo, de los finales de los 70, principios de los 80. Fue la época de su adolescencia, que es la década prodigiosa de cada cual. Y entonces él me influenció sobre todo con este tipo de música.
"Tuve la suerte también de tener un excelente amigo, que lo sigue siendo, Michel Hernández —allá en Quemado de Güines donde nací—, que le gustaba un tipo de música más fuerte. Y Metallica fue de las primeras cosas que me puso. Cuando empecé a relacionarme con él, que se dio cuenta de que a mí me gustaba el rock, me dijo: «Mira, aquí tienes una de las bandas clásicas del rock de todos los tiempos». Y lo primero que tuve grabado en mi vida fue el Master of Puppets de Metallica. Me lo llevaba para el pre(universitario) y lo oía casi a diario.
"Al principio consumía solo rock extranjero. Por mi hermano, que no es de los que más defienden el rock nacional, y por mi amigo Michel, que tampoco es muy amante del rock nacional. Más tarde, en la etapa del preuniversitario hubo una explosión de muy buenas bandas cubanas, sobre todo en la capital. Por ejemplo, Agonizer, Zeus; por Pinar del Río, Tendencia; aquí en Villa Clara también había muy buenas bandas. Eso fue en el pre(universitario), año 94.
"Fui a mi primer concierto en el 96. Recuerdo que fue en un «puertas abiertas» que se hizo en la Universidad, veníamos de Quemado, y cuando pasamos por Sagua había mucha gente, sobre todo pelu'os — yo también tenía el pelo largo en el pre y eso me costó bastante— y cuando pasamos por ahí las guaguas pararon en el parque y al preguntar nos dijeron que había concierto esa noche. Llegué a Quemado, me junté con toda la tropa, y junto a Michel, mis hermanos y otros amigos nos fuimos para Sagua. Ese fue mi primer concierto de rock. Ese día tocaron Eskoria, Medium, lo que es hoy Blinder, y Sectarium, el grupo del difunto Franto".
Banda Calles y Sueños
"La primera banda en la que estuve se llamaba Calles y Sueños. Eso fue en la etapa de universidad. Desde que estábamos en el pre(universitario) un buen amigo, Dalendy Morales —él estudió música en el Pedagógico— y yo teníamos el sueño de que cuando llegáramos a Santa Clara íbamos a hacer un piquete de rock y él tocaría la guitarra —porque toca la guitarra muy bien— y yo en la batería. En ese tiempo sí tocaba una batería de verdad que había en la Casa de Cultura de Quemado. Pero él se fue para el Pedagógico y yo para la Universidad. Y como estábamos un poco lejos él encausó sus gustos hacia la trova, y a mí siempre me gustó más el rock.
"Recuerdo que cuando se retomó el Ciudad Metal, en el año 99, estábamos en el parque, después de uno de los conciertos, y estaban Boris y Joiler —los dos de Sancti Spíritus— que querían armar un piquete. Le dijeron a un amigo del Pedagógico que tenían quien tocara el bajo y la guitarra, pero les faltaba la batería. Y él les dijo que tenía a alguien. Y nos presentan, y así empezamos.
"Un día nos sentamos a definir bien el tema del nombre. Después de que teníamos unos cuantos temitas montados —el director era Boris y era el compositor, tenía muchas ideas— y ya nos habían invitado a El Mejunje, dijimos: «caballero, hay que ponerle un nombre». Entonces me acuerdo que cogí un poemario de Lorca y lo abrí y dije: «donde lo abra». Y caímos en un poema que se llama Calles y Sueños. Ese mismo nombre le pusimos.
"Luego hubo algunos cambios: Joiler tuvo que dejar la Universidad por problemas académicos, al otro año entra en la guitarra Marcos, de Sagua y que luego estuvo en Azotobácter, también entró Roberto, de Sancti Spíritus, y Maykel Ramos, del Pedagógico. Boris se convirtió en el cantante. Siguieron los cambios hasta que Duany, mi hermano, que hoy vive en La Habana, entró a cantar. Boris regresa al bajo y entonces Maykel y Roberto se quedan en las guitarras. Y Sennys que tocaba los teclados.
"Nosotros empezamos como en el dos mil. Y nuestro primer concierto fue en El Mejunje en el año 2002. Siguieron los cambios. Boris se fue de la banda para concentrarse en su tesis en quinto año. Entonces entra Dariel Ramos al bajo y mi hermano se graduó de la Academia de Artes Plásticas y decide irse a La Habana. Entró Liorki, y esa fue la alineación que formó Azotobácter. Fue en el año 2005. El último concierto de Calles fue a finales de 2004, en Ciudad Metal. Recuerdo que ese día tocamos con Cry Out For, que fue antes Eskarcha, y coincidíamos mucho en los conciertos".
Banda Azotobácter
"Ya las cosas estaban cambiando. O sea la música que veníamos haciendo con Calles, la que defendimos al principio, evidentemente ya no era la misma. Sobre todo por los cambios: Dariel llegó con nuevas influencias, Liorki tenía una voz diferente a la de mi hermano, y entonces Roberto y yo teníamos otras ideas, de otras cosas que queríamos hacer, que ya no era lo mismo que defendíamos con Calles, que era una suerte de rock alternativo con algo del grunge, del stoner. Ya en los últimos tiempos de calles había un sonido mucho más trash, mucho más a lo Metallica, mucho más a lo Sepultura, a Slayer. Entonces nos dimos cuenta de que era otra propuesta la que estábamos defendiendo. Y más que un cambio de estilo era un cambio conceptual. Y decidimos cambiar el nombre, y surge Azotobácter.
"El primer concierto fue en Bayamo. Después hicimos muchos conciertos y grabamos rápido. Nos formamos en el 2005 y en el 2006 ya teníamos el primer demo. Eran tres temas, pero ya había una grabación de Azotobácter. Ya se oía Azotobácter en la radio, en la televisión fuimos a Cuerda Viva, estuvimos nominados, fuimos a los festivales de Cuerda Viva. En el 2007 hicimos otro demo más con 4 temas. El primer demo se llamaba Welcome to machine. El segundo demo, en el 2007, World of pain. Y en el 2009 sacamos otro demo que se llama Abatoir of my feelings.
"Estuvimos en México a finales de 2009. Allí grabamos lo que después se convirtió en Ruedas de un tren, que fue el demo que sacamos en 2010. Después de este demo se fueron tres músicos muy importantes para nosotros, para la banda. Roberto, que está en Argentina hoy, Liorki, que fue cantante de Calles y fundador de Azotobácter, y Denis, un excelente guitarrista. De pronto nos vimos Dariel y yo sin saber cómo arreglar aquello. Nos tuvimos que poner a buscar músicos. En unos meses pasaron una gran cantidad de músicos y encontramos, por suerte, a tres nuevos: Ayán, que hoy no está en la banda pero en ese momento fue fundamental; Jorge el Gallo, guitarrista; y Conrado, también guitarrista. Grabamos entonces otro demo titulado The Wreck of it All".
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Banda Kaoz
"Recuerdo a Kaoz —ya yo tenía mi banda, Azotobácter— y en el año 2009 aproximadamente, Carlos, que es el fundador de Kaoz, necesitaba de músicos, sobre todo baterista, y habló conmigo, porque somos amigos, y me propuso entrar en la banda y le dije: «Mira, estoy casi convencido de que no puedo hacer lo que ustedes están haciendo. No puedo hacer la batería de un grupo de punk, porque te confieso que no estoy preparado para eso». Y es que cualquiera piensa que el punk es una música simple. O sea, en el cerebro de la gran mayoría de los roqueros en Cuba, que casi todos son metaleros —yo soy metalero—, está la idea de que el punk es un estilo de música simple. Pero no es simple. Puede ser sencillo pero no simple. O sea melodías sencillas, acordes sencillos, estructura sencilla... perfecto, pero una rítmica viooolenta.
"Yo como «experto», entre comillas, de ritmo, te digo que la rítmica del punk es muy violenta. Y en aquel momento yo no estaba preparado para eso: no tenía doble pedal y no tenía todos los años que necesitaba sobre una batería para hacerlo. Dos años después Carlos vuelve a hablar conmigo. O sea cuando Carlos me hizo la propuesta y yo me di cuenta de que yo no podía hacer aquello, me dije: «no, esto yo lo tengo que superar. Voy a seguir con Azotobácter, que es una banda de trash, pero voy a experimentar con ese tipo de sonoridad, con ese tipo de rítmica violenta». Casualmente me regalaron un doble pedal, me lo trajeron unos muy buenos amigos españoles, y comencé a experimentar. Y de pronto Carlos me vuelve a llamar —no lo hice para que me llamara, sino como una meta que me tracé— y le dije: «Vamos, ahora sí lo puedo hacer. Y lo vamos a hacer bien».
En fin
"Me siento muy bien con lo que hago, con la música que estamos defendiendo y con los músicos que tengo a mi alrededor me siento muy bien. Me encanta hacer esto que se llama rock and roll. Me gusta tocar batería. Me gusta ensayar todos los días. Y esto me hace feliz, muy feliz".
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Azotobacter - The wreck of it all:
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