Yuri Avila El rock es una cultura de resistencia
Yury Ávila: El rock es una cultura de resistencia
Por: Roberto Reyes (22 de junio de 2009)
El verano de 2007 en Cuba fue en extremo caliente no solo por las altas temperaturas ambientales, sino también por la inauguración de la Agencia Cubana de Rock. Se afirma que los primeros intentos de crear una institución con estas características datan de 1988, pero lo cierto es que tan solo el desaparecido Patio de María se erigió como el sitio capaz de cobijar a los seguidores y cultivadores de este género musical. La sede de la agencia es el Maxim Rock, que cuenta con medios técnicos de alta calidad, desde las luces hasta el sistema de sonido. La existencia de esta institución permite promover, divulgar y comercializar de manera coherente todas las corrientes del rock, además de convertirse en el hogar de las bandas cubanas y de aquellas que nos visitan. Desde su inauguración, la Agencia Cubana de Rock es dirigida por Yury Ávila, quien gentilmente conversó con Trastienda musical.
Preséntanos a Yuri Ávila. ¿Dónde naciste?¿Qué estudiaste?¿Desde cuándo te apasionas por el rock?
Nací en Ciudad de La Habana. Conocí el rock, como casi todos los jóvenes, en la época estudiantil, y con los amigos y las fiestas me fue apasionando este mundo rebelde, con una música tan rica y cambiante. Estudié dirección artística, guión y producción, y así llegué a esta vertiente de la cultura. Me gustaba mucho, sobre todo, la realización de espectáculos y su organización, y comencé a trabajar en la A.H.S., donde incursioné en varios géneros musicales y otras manifestaciones artísticas, como la pintura y el teatro.
¿Cuándo comenzaste a dirigir la Agencia Cubana de Rock?
Fue en agosto de 2007, cuando se reunieron dirigentes de cultura y su máximo representante, el Ministro Abel Prieto. Se planteó el tema de la creación de la Agencia Cubana de Rock. En un principio todos esperábamos que fuera María Gattorno, la directora del Patio de María, quien asumiera las riendas de esa institución. Todos deseábamos que fuera así. Pero ella confesó que estaba cansada por todo el tiempo invertido en el trabajo, los avatares enfrentados por un género cercado por tantos obstáculos... y propuso que fuera yo, quien venía también haciendo un trabajo loable con las bandas y organizando conciertos. El propio Abel Prieto me preguntó si me atrevía a asumir el reto y respondí que sí, porque no podíamos perder esa oportunidad.
¿Cuáles son los objetivos de la Agencia Cubana de Rock?
La Agencia Cubana de Rock, como he dicho en otras ocasiones, es un ensayo de lo que debiera ser una institución de nuevo tipo, que trabaja con un género que hasta ahora no se había atendido, al menos tan directamente. Pretende crear una infraestructura que permita comercializar el rock y promocionarlo adecuadamente, además de ponerlo al nivel de otros géneros ya aceptados como parte de la cultura cubana. Para eso hemos trazado varias estrategias: crear un sitio donde pueda haber una programación estable, donde se pueda disfrutar el rock en todos sus estilos, y tratar de crear un sello discográfico para producir videos, discos, DVD,... En fin, es un reto muy grande con la carencia de recursos que tenemos en nuestro país, pero existe un equipo trabajando fuerte para lograrlo.
El Maxim Rock, sede de la agencia, presentó su primer concierto con la banda Anima Mundi. ¿Fue esa una declaración de principios que demostraba una real intención de favorecer todas las corrientes del rock o fue el azar?
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Nuestra intención fundamental es trabajar con el rock como un todo. Este género está formado tanto por tendencias extremas como por las más eclécticas. Y como estamos muy orgullosos de contar con una banda como Anima Mundi, fue la escogida para inaugurar esta institución. Desde entonces nuestra programación incluye agrupaciones cercanas a esa corriente sinfónica, también death metal, fusión, pop-rock, heavy metal,... nosotros asimilamos todo tipo de música que tenga influencias de rock y el público lo agradece. Por supuesto, hay tendencias que atraen más público, pero todas para nosotros son válidas. La idea es esa, unirlas a todas para que sean un movimiento compacto.
¿Cómo es la programación semanal del Maxim Rock y qué se propone para los próximos meses?
Semanalmente tenemos una programación que se extiende de miércoles a sábado. Trabajamos también 2 domingos al mes con actividades para la comunidad: un domingo para los niños y otro para los adultos. Nuestra programación es muy variada y reunimos no solo a músicos de la agencia y de la ciudad, sino invitamos también a agrupaciones de la provincia.
Y es que el Maxim Rock es como un puesto de mando por el que deben pasar las bandas de todo el país. Fue una premisa que sostuvo María Gattorno en El Patio de María, por donde las bandas importantes del país pasaron, incluyendo las extranjeras que nos visitaron. Ese es el concepto que queremos seguir. Además hago énfasis en que hasta ahora no hemos suspendido ningún concierto y queremos mantener una programación estable.
Ahorita mencionabas algunas de las actividades que ofrece el Maxim Rock para los vecinos de su entorno, pero quisiera que dieras más detalles de cómo son las relaciones de la institución con la comunidad que la rodea.
Este sitio era un cine de barrio, y al poner una institución musical y un género que no es muy aceptado la población se molestó un poco. Por eso hemos ido haciendo algunas acciones: creamos un taller de teatro infantil con los niños de la zona. Aquí ensayan, realizan sus actividades, muestran sus obras. También tenemos una peña para los adultos, con piezas de rock asquibles para las personas de la tercera edad, porque estamos en un sitio donde hay muchas personas lomgevas. Y nos visitan, la pasan bien, y han ido aceptando el lugar. Ya se han ido borrando los estigmas de lo que ellos pensaban que iba a ser este sitio.
Ha terminado la gira ''Rock para mi isla''. Háblame de los puntos positivos de este recorrido.
Nuestra intención era llevar por la isla la mayor parte de nuestro catálogo de bandas y tomamos como base que fueran conciertos en las grandes plazas. Hicimos un estudio demográfico; dónde gustaban más las corrientes extremas, dónde las más suaves, y así dividimos la gira en tres etapas: la oriental, la central y la occidental. Pienso que en conjunto fue positivo, porque es la primera gira que se hace con este género y los grupos salieron «a comerse el mundo», y demostraron la calidad que tienen nuestras bandas. En la parte oriental, que fue la que mejor salió, se pudieron hacer casi todos los conciertos. En el centro y occidente algunos conciertos no se realizaron y lo lamentamos muchos.
¿Cuáles fueron los puntos negativos de la gira?
Si nosotros con nuestro trabajo hemos logrado que instituciones como el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música nos respeten, nos tomen en cuenta y nos financien una gira de esta envergadura, con un recorrido extenso, con muchas agrupaciones, con mucho dinero para el alojamiento, no se entiende que las instituciones de provincia nos hayan prestado tan poca atención. Pensamos que hay muchos prejuicios, sobre todo en los Centro Provinciales de la Música, que no sitúan al mismo nivel a las agrupaciones de rock y a las de otros géneros.
Lo que ha pasado es lamentable y hemos presentado una queja formal al Instituto Cubano de la Música para tomar medidas con los centros de la música que no apoyaron en absoluto la gira. No nos referimos a las malas condiciones técnicas de algunos sitios, porque sabíamos que en algunos lugares estaban así. Hablo del interés y el trabajo que debieron mostrar algunos cuadros de cultura, que sí acogen giras de otras agrupaciones. Y exigimos respeto al mismo nivel que otros géneros.
A pesar de los tropiezos, ¿Yuri Ávila volvería a organizar otra gira?
Por supuesto. Este no es el momento de desfallecer. Hemos llegado hasta aquí y nos faltan mil tropiezos más. Este movimiento de rock es una cultura de resistencia y este no es el momento de detenernos, es el momento de seguir.