Samuel Aguila un tipo muy electrico
Samuel Águila, un tipo muy eléctrico
Por: Roberto Reyes
El Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, situado en la Habana Vieja y conocido como Centro Pablo, arriba por estos dias a los diez años de haber creado el espacio A guitarra limpia. Entre las actividades que se han organizado para celebrar el acontecimiento se encuentra la gira que recientemente realizaron los trovadores Samuel Águila y Yosvany Bernal junto a María Santucho y Víctor Casaus, quienes dirigen esa institución. Por estas razones Trastienda musical se acercó hace pocas horas a Samuel Águila para entrevistarlo.
Aunque hoy casi todos los llamados ''trovadictos'' en nuestro país y más allá de nuestras fronteras te conocen, pocos saben cómo te iniciaste en el mundo de la trova.
La canción trovadoresca me llegó desde niño por los padres mios. Mis padres eran fanáticos al movimiento de la nueva trova, y les llegó ese tipo de canción,... eran muy jóvenes. Y de alguna manera me inculcaron ese tipo de canción, y cuando empecé a tocar guitarra, el profesor era un trovador de aquí de la habana, que sabía canciones de la trova tradicional, y fue como la vertiente que me llegó a la vida, y la manera de expresar de ese tipo de canción trovadoresca me fue influenciando. Y así estudié música clásica, y después me descubrí con que estaba haciendo mis canciones. Y con el juego este de hacer canciones en la adolescencia, me descubrí que realmente quería ser un trovador y ahí empece a tomarme la canción en serio. Yo creo que la canción me llegó a mí, pero después fui yo quien me la tomé un poco en serio y empecé a ser responsable de las cosas que cantaba y decía. De esa manera me llegó la canción trovadoresca.
En uno de los discos tuyos que me han llegado escuché una canción dedicada a Silvio y otra a Sindo, ¿qué significan estos dos trovadores para ti?
Creo que es la continuidad, aunque Sindo es la continuidad de Pepe Sánchez, quien es el trovador que siembra ese árbol, a través del profesor del que te hablaba anteriormente, que era de apellido Bonet, él me empezó a enseñar canciones de Sindo, Corona… y de alguna manera quise en ese disco del que tú me hablas dar una continuidad de Sindo a Silvio, por poner dos ejemplos que en mi vida me han marcado mucho. Realmente conocí la trova a través de las canciones de Silvio y Pablo, y después uno comienza a mirar atrás y después mira a sus contemporáneos y lo que viene también. Porque creo que esos términos de nueva trova, novísima trova, ya están un poco obsoletos. Creo que es nueva trova siempre, porque siempre va a haber gente que viene haciendo canciones, y la continuidad se impone siempre en la vida. Pero Sindo es como marcar una época y Silvio como marcar otra. Realmente es a las épocas de la trova el homenaje, y tomo como referente a esas dos personas.
Samuel, tu proyección escénica es a veces volcánica y, sin embargo, algunas de tus canciones muestran mucha ternura. ¿Cómo explicas eso?
Generalmente soy un tipo muy eléctrico, pero en esa electricidad también dentro de mí hay una gente tierna y me gusta cantarle al amor, a las cosas sociales, que te van moviendo, te van inspirando. Pero yo creo que la vida es ternura, aunque estos tiempos son cada dia más difíciles, yo creo que la ternura va aclimatando y haciendo más feliz los días que uno va viviendo o los tiempos que uno va viviendo… que son convulsos, violentos,.. y me refugio muchas veces en la ternura, pero a veces la manera de expresarla es muy de estos tiempos.
Creo que eso va por el entorno donde uno vive, realmente toda mi familia es de Santa Clara, por eso adoro esa ciudad, y siempre estoy metido ahí, y tengo a todos los trovadores de Santa Clara siempre en mi mochila, porque los quiero mucho. A Roly, Alain Garrido, Leonardo,… a Dieguito, Marchena,… a Yaíma, Michel Portela,… Pero realmente tú sabes que las capitales, aunque La Habana es una capital tranquila comparada con el resto del mundo es una capital, y de alguna manera te mantiene un poco eléctrico, aunque uno no quiera. Incluso las canciones que hacemos los trovadores de aquí de La Habana se diferencian, a veces, de las que hacen los trovadores de Santa Clara, y los de esa ciudad se diferencian de los del oriente del país, porque el entorno en el que uno vive, por suerte o por desgracia, se refleja en la forma de escribir, incluso en la forma de interpretar.
Por eso yo siempre digo que mis canciones, incluso me lo han dicho varias personas, que soy muy eléctrico expresando canciones que cuando uno se pone a interpretar son canciones muy tiernas. Yo creo que es el entorno que uno habita el que lo lleva a dispararse de esa manera… Aunque yo realmente soy bastante inquieto, incluso en las canciones tiernas.
Recientemente hiciste un recorrido por Argentina, y lo iniciaste acompañado por Maria Santucho y Víctor Casaus, quienes están al frente del capitalino Centro Pablo, donde se puede disfrutar del espacio A guitarra limpia. Cuéntame de esa gira.
Esa fue una gira que se ideó representando un poco las cosas que el Centro Pablo hace aquí en La Habana, y en Cuba, porque realmente el Centro Pablo ha apoyado a trovadores de todo el país. Eso en cuanto a trova se refiere, porque la gira también llevó a dos diseñadores, que hacen también arte digital, y Víctor, aparte de ser el director del Centro fue también como poeta y escritor.
En el primer periplo de la gira se hicieron conciertos donde se mezclo el arte digital, la canción trovadoresca y la poesía de Víctor Casaus, como una especie de representación de lo que el Centro hace en su generalidad. Nosotros, Yosvany Bernal quien también estuvo en esa gira y yo, cantamos canciones nuestras e incluso canciones de amigos de generación. Cantamos canciones de Roly (Rolando Berrío), de Leonardo García,… Yosvany cantaba canciones de David Torrens, por ejemplo, o yo una canción de Fernando Becquer, o de Diego Cano, de Inti (Inti Santana)… tratando de llevar toda una manera de hacer de la trova joven, que fue lo que más nos encargamos de representar por la generación que nos tocó. Pero también así el arte digital tuvo su espacio en los conciertos e incluso, a veces, fusionábamos canciones con cosas proyectadas, o Víctor también leía poesía. Realmente fue una representación de lo que el Centro Pablo hace en su generalidad.
Y fue una experiencia muy linda, la gente la acogió muy bien, incluso se sorprendían mucho sobre todo cuando se presentaban las canciones proyectando imágenes del arte digital… y se armaron conciertos muy íntimos y dinámicos a la vez. Era una mezcla muy loca, porque de pronto venía la poesía de Víctor con canciones de nosotros, proyectándose arte digital atrás. Fueron muy dinámicos los conciertos en esa primera etapa de la gira por Argentina.
Me hablas de una primera etapa, porque hubo una segunda donde continuaste solo...
Después Yosvany y yo seguimos haciendo conciertos, incluso después Yosvany regresó a Cuba y yo seguí haciendo otro periplo de conciertos… y el público argentino es muy deseoso de ese tipo de canción. Fueron conciertos muy lindos que se dieron en centros culturales, incluso en café-concert, en obras sociales que nos pedían, donde hay otro tipo de gente que no tiene el poder adquisitivo para llegar a otros espacios. Fueron conciertos muy íntimos, que la gente acogió de manera muy grata. En verdad, el público argentino sabe escuchar y está muy interesado en saber qué está pasando con respecto a la canción trovadoresca…
Y siempre en cada concierto tratábamos de darle a la gente, amén de que cantáramos nuestras canciones, las de otros amigos de generación. Eso para mí fue una cosa muy importante, para que se dieran cuenta de la diversidad de gente que hay aquí haciendo cosas… Teníamos una memory-flash como con tres giga de música de amigos trovadores y la regalábamos por cuanta radio podíamos, por cuanto amigo teníamos, para que se dieran cuenta de que amén de Silvio y Pablo, que es lo que más se conoce mundialmente, hay otras voces haciendo otro tipo de canción, que tiene una continuidad… pero que también tiene una manera propia de expresar la canción en este tiempo, aquí en la Isla.
¿Qué ha significado para ti como trovador y para tus amigos juglares, el espacio creado por María Santucho y Víctor Casaus nombrado A guitarra limpia?
Recuerdo que fui de los primeros trovadores que empezó con el espacio A guitarra limpia. Un concierto que se hizo, si mal no recuerdo, en el año 97 en el Teatro Nacional. Ese concierto no fue en el mismo Centro Pablo y en él se presentó gente de varias generaciones. Hablo de Sara González, Vicente Feliú, Santiago (Feliú), Gerardo (Alfonso), Alberto Faya, Augusto Blanca, Marta Campos, estaba Karel García, en aquella época Karel y Carlos estaban aquí, un dúo que ahora está viviendo en España, Rita del Prado, Fernando Aramís, un trovador bayamés que creo ahora está viviendo en Ecuador… estuve yo… y cuando nos hablaron de ese concierto pensábamos que realmente era un concierto y ya, y después, yo estaba en Guatemala y cuando regreso recuerdo que tocaba Santiago Feliú en el año 98 y fue en el Centro Pablo.
Después de ese concierto me di cuenta de que había bajado a tierra ese sueño, porque en aquella época del concierto del 97 creo que no tenían todavía el local. Empezamos la gente de La Habana, que éramos los que más cerca estábamos, a llegar allí al Centro y en poco tiempo nos dimos cuenta mucha gente de que ese era un espacio que se estaba abriendo realmente para la trova cubana. Y cuando te hablo de trova cubana, lo digo en términos generales, porque están todos los trovadores de todas las generaciones.
Y eso se ha visto en el tiempo que ha transitado este espacio, en el que lo mismo toca Augusto Blanca, Silvio Alejandro de aquí de La Habana o Diego Gutiérrez de Santa Clara. Un espacio que se ha abierto poco a poco a la trova de Cuba y hoy por hoy es uno de los fundamentales, como columna vertebral, de la canción trovadoresca. Todos los trovadores quieren presentarse en el espacio A guitarra limpia, y quieren estar allí porque saben que es un espacio en el que te dan todo el apoyo y la gente que va a esos conciertos va siempre a escuchar lo que el trovador va a brindar.
Es un público muy sincero y con muchas ganas de escuchar este tipo de canción. Eso no existe en casi ningún lugar de Cuba, a este nivel de publico y artista, porque la gente siempre va deseosa y con respeto hacia la obra que cada trovador va a proponerle. Eso para mí es fundamental en estos tiempos, donde la trova gana unos espacios y pierde otros tantos.
Entonces, parafraseando el tango, ¿10 años sí son algo para este espacio?
Sí, diez años sí son algo. Creo que diez años han hecho mucho, y recordemos que hacen discos de los conciertos, que a veces son, como yo les llamo, discos urgentes,… los discos del Centro Pablo son como una foto, son como una cosa que se queda ahí, a veces no tienen la calidad,… en fin, los elementos técnicos que van mas allá de los deseos y las ganas, pero gracias a esos discos la gente tiene un material con la obra de muchos trovadores… Víctor yo sé que también es un hombre que siempre está en rescate de la memoria… y para saber qué pasó en este tiempo hay que, indiscutiblemente, ir al Centro Pablo y buscar en sus archivos,… y mucha gente en el país conoce a muchos trovadores por esos discos. Y me he encontrado gente en Holguín que dice ‘yo te escuché a ti en un A guitarra limpia’… Esos discos se van divulgando de alguna manera entre la gente que le interesa este tipo de canción. Y eso tiene una validez grande.
Felicidades, entonces, al Centro Pablo y su espacio A guitarra limpia, y quiero que les trasmitas a María Santucho y Víctor Casaus el saludo de Trastienda musical, un sitio web dedicado a la música alternativa.
Por supuesto que les voy a dar tu saludo, y muchas gracias a ti por este encuentro.