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Circulo de Tiza mas que trova

Círculo de Tiza, más que trova

Por: Roberto Reyes (26 de marzo de 2014)

En el contexto trovadoresco de Santa Clara el dúo Círculo de Tiza es una entidad artística singular. A diferencia de la mayoría de los cantores de la ciudad, que prefiere componer e interpretar canciones en solitario, Yasmani López y Víctor Évora, los integrantes del dueto, se decantan hacia la labor en conjunto.

Círculo de Tiza

Víctor Évora (debajo) y Yasmani López integran Círculo de Tiza.
Foto: Cortesía de los entrevistados

Otro elemento que los caracteriza son los temas que abordan en sus composiciones. Mientras sus colegas santaclareños suelen tratar asuntos relacionados con el amor y los avatares que genera este sentimiento, ellos se sumergen en preocupaciones sociales, y a veces de modo incisivo.

Por otra parte, resulta curioso que en ocasiones acuden a los escenarios acompañados por algunos instrumentistas. "Siempre hemos sido un dúo, pero a veces invitamos a otros músicos porque la música que hacemos está hecha para banda", declaró Yasmani López, quien lleva las riendas de Círculo de Tiza.

Y aunque en la propuesta se percibe con claridad la impronta trovadoresca, no hay dudas de que la obra del dueto es ecléctica. "Hacemos trova, pero más bien es canción de autor. La fusionamos con el country, el folk, el blues", acotó López y agregó que su "música también tiene pop".

Conversar durante casi una hora con Víctor Évora (vocalista y compositor) y Yasmani López (director y guitarrista) nos permitió explorar las enigmáticas coordenadas que atraviesan ese Círculo trazado con una pequeña barra de arcilla.

¿Ambos son santaclareños?

Víctor : "No, yo soy de Sancti Spíritus, de Cabaiguán específicamente".

Yasmani : "Yo sí soy de aquí, de Santa Clara".

Víctor, ¿cuándo comienzas a vivir en esta ciudad?

V: "Mi papá es de aquí, se casa con mi mamá y van a vivir a Sancti Spíritus. Al cabo de los años regresamos acá a Santa Clara y entonces, pues, antes sí había conocido a Yasmani en el 2004 y en el 2005 vine para acá con 20 años y empezamos a caminar juntos".

¿La inclinación por la música la sienten desde la niñez?

V: "Sí, pero cantando solo por ahí, en las esquinas. O sea caminaba, tarareaba una canción, cosas así. En mi casa había un piano. Yo vengo de una familia de músicos: una tía que es pianista, una prima hermana que es igual, es músico. Entonces desde chiquitico escuchando música tradicional de Sancti Spíritus, que, por favor, es la otra cuna con Santiago de Cuba de este tipo de música. Y así me fui formando en eso".

Y: "Desde pequeño siempre me gustó la música... Siempre tuve vocación por la música desde pequeño. De hecho hay hasta una anécdota: mis padres nos llevaron a mi hermana mayor y a mí al Arcoiris (centro recreativo) y estábamos ahí compartiendo y yo me le perdí a mi hermana. Me le perdí que no me encontraban, y no me encontraban, y se vinieron a dar cuenta de donde yo estaba porque me escucharon cantando por el audio en el Salón Rojo. Estaban haciendo un festival de niños cantando, y yo gané. Me regalaron un talonario de papeletas para montar en todos los equipos y aquello fue realmente loco".

¿Qué les apasionaba en la adolescencia?

V: "Soy un lector empedernido. El día que no leo es un día perdido, pero me encanta escuchar música, eso es como un tipo de adicción. Entonces en aquella época, el Víctor de aquella época, era un melómano apasionado. Entonces siempre estaba detrás de cierto tipo de música y reuniéndome con los amigos en alguna que otra descarga y así, eso era lo más típico".

Y: "Aquellos tiempos fueron muy duros, porque siempre me gustó escuchar música igual, y yo leía, quizás no tanto como Víctor, pero me gustó leer también. Pero para escuchar música era muy complicado, porque recuerdo aquellos casetes Areito de cinta; entonces el amigo del barrio que tenía aquella grabadora Varadero que tú le ponías el casete y te enredaba la cinta, y tenías que darle con el lápiz, y que si se parte la cinta pégalo con pintura de uña. Aquello era pa' qué. Todavía tengo por la casa aquellos casetes, deben estar inservibles".

¿Qué tipo de música escuchaban?

Y: "Lo que se escuchaba en aquel tiempo. Lo que podía escuchar cualquier adolescente, aunque hay preferencias y gustos. Yo recuerdo, cuando la escuela al campo las canciones que te ponían, por ejemplo aquel grupo de raperos, SBS, Los Ilegales, cosas así, que si Andy y Lucas, y tantos otros que ahora no me vienen a la mente. Pero uno siempre tuvo preferencias. A mí me gustaba escuchar a Silvio, pero conseguir música de Silvio era muy difícil, a Pablo. Vine a conseguir ese tipo de música cuando entré al pre (preuniversitario), que fue cuando empecé a componer mis primeras canciones y así uno fue alimentando y fue madurando cultural y espiritualmente también.

"Siempre me acerqué mucho a Carlos Varela pero con la reminiscencia de Silvio, Santiago Feliú, ese maestro que ha alimentado mucho la armonización de Círculo de Tiza, Charly García, Fito, va por ahí… porque no es la cuestión del virtuosismo sino del gusto. Y que la música tenga que ver con lo que te estamos diciendo, el mensaje de la canción y que al mismo tiempo te llenen".

Hacemos trova, pero más bien es canción de autor. La fusionamos con el country, el folk, el blues —Yasmani López

¿De qué hablaban en sus primeras canciones?

Y: "Los primeros temas que siempre hace una persona son los primeros estados de ánimo, cosas que te suceden ya sea con tu noviecita, y así. Ya después empiezas a madurar, empiezas a crear qué es lo que tú quieres expresar en una canción".

Yasmani, ¿cuándo compusiste la primera canción?

Y: "Yo compuse la primera canción en el año 99, terminando las vacaciones, la secundaria, que empezaba el pre. A partir de ahí empecé a componer. Puedo decir que ando por ochenta canciones, pero nada, ahí…"

Y en tu caso, Víctor, ¿cuándo comenzaste a componer?

V: "Mira, yo empecé a cantar muy chiquitico. Desde que nací mis padres me llevaban a una iglesia y ahí empecé. La gente que va a la iglesia normalmente se da cuenta de que los niños son parte clave de la música que se hace ahí. Pero, ya te dije, vine de una familia de músicos, y siempre me inculcaron aquello de comenzar algún día a hacer lo propio. Pero bueno comparto con Yasmani el año en que comencé a componer. Nosotros compartimos varias cosas, incluyendo la fecha de nacimiento".

¿Cómo es eso?

V: "Por increíble que parezca nacimos los dos el 10 de mayo del 85".

Hablemos también de qué te inspiraba para escribir canciones

V: "Uno normalmente empieza componiendo sus canciones pensando en el motor impulsor de la trova desde que existe que es la mujer. Yo tengo un amigo, Marchena, él es comiquísimo. Él siempre dice una cosa muy cierta: la primera canción de la trova no se llamó Viva la Patria, ni Oda a la Patria, sino La Bayamesa; o sea, siempre la mujer es un punto central de todas estas cosas y la razón de ser de todos los trovadores, aparte de cuestionar ciertas cosas y también como cronistas de la época".

¿Qué patrones seguías en la música?

V: "A mí me pasaba igual que a Yasmani. Siempre me guié por esas sonoridades que uno no se explica por qué te gustan, te gustan y ya. Yo consumía bastante de Silvio, Pablo, siempre me gustó mucho la música de Fito, algo del rock norteamericano, la música country y bueno sobre todo Carlos Varela, Santiago Feliú, Pedro Luis Ferrer y por ahí va la cosa".

¿Qué me dicen acerca del estudio de la música?

Y: "Yo empecé estudiando música, luego pude hacer una licenciatura en música en el Pedagógico, luego comencé a trabajar como técnico en la casa de cultura Juan Marinello. Cumplí misión internacionalista dos años en Venezuela".

¿Cómo fue esa experiencia?

Y: "Una experiencia lindísima, porque es increíble el folclor que tienen los venezolanos: vasto, inmenso, y lo mejor de todo es que los venezolanos consumen esa música. Aquí nadie te escucha un son, nadie te baila un son y allá ellos bailan joropo".

Defienden sus raíces.

Y: "Y se escucha, se consume por la radio, es genial".

¿Qué crees que puede influir en esa pasión, en esa defensa por lo autóctono y por las raíces? ¿Qué nos está fallando aquí en Cuba?

Y: "Yo no sabría explicarte. Es que a mi modo de ver siempre existió, siempre ha estado, pero se ha ido perdiendo, y no es que se ha ido perdiendo, es que hay que revitalizarlo, hay que buscarlo. Quizás sea la voluntad de revitalizar lo de nosotros que desgraciadamente está un poco detrás del telón. Ahí está la comparación. Con los venezolanos es porque siempre estuvo allí, lo siguen llevando. Es increíble, es una cantidad de folclor en todas las artes, y se consume, se mantiene, sigue vigente. Fue una experiencia lindísima".

¿Cuál era tu labor en Venezuela?

Y: "Allá lo mismo enseñaba y daba talleres del instrumento, de cuatro, que daba conferencias y también como músico".

¿Cuánto te aportó esta misión en Venezuela para tu carrera como músico?

Y: "Me ayudó a enriquecerme, porque la música venezolana, además de que es preciosa, tiene la historia de los compases irregulares. Me aportó conocimientos. Quizás no la lleve a la práctica crudamente, porque no creo que mi música llegue hasta ese punto, pero esa música tiene reminiscencia. He utilizado compases irregulares. De hecho compuse música instrumental estando en Venezuela. Hice un tema que se llama Nostalgia Llanera".

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Y tú, Víctor, ¿qué estudiaste?

V: "Yo hice el preuniversitario en Cabaiguán, en la zona de más frío de por allá, esa zona que se llama Tres Palmas. Ya después la etapa de universidad ha sido aquí en Santa Clara. Yo empecé Estudios Socioculturales, porque empecé Comunicación social, pero cercano a tercer año me di cuenta de que eso no es lo mío y no me sentía bien. Pero decidí continuar estudios y dentro de poco debo graduarme".

¿En qué medida la amistad influyó en la creación de Círculo de Tiza?

V: "Influyó mucho, porque nos conocimos en Varadero en el 2004. Compartíamos en la playa un grupo de amigos comunes. Un muchacho estaba tocando una canción y le dije: «¿te gusta lo que estás tocando? Eso es de Carlos Varela». Me respondió: «Sí, a mí me gusta mucho». Allí surgieron cosas como lo de la misma fecha de nacimiento. Aquello no se lo creía nadie. Nos intercambiamos teléfonos. Yo regresé a mi casa, pero nos mantuvimos comunicando por teléfono. Pero en el 2005 nos encontramos porque yo vine y le dije «ya estoy aquí». Entonces fue que empezamos a trabajar".

¿Haciendo trova?

V: "Haciendo trova. Al principio no eran canciones nuestras. En 2005 y 2006 hacíamos canciones de la nueva trova cubana, algún tema de rock argentino, la nueva canción latinoamericana".

¿Entonces surgió Círculo de Tiza como un dúo?

Y: "Fue en la escuela de instructores de arte. Y nos dijimos: ¿Por qué no hacemos algo? Entonces nos preguntaron: ¿Cómo los presentamos? Porque tocábamos ocasionalmente, pero no teníamos nombre y cuando nos preguntaron dijimos: Círculo de Tiza".

Aunque ustedes se presentan como dúo, con frecuencia les acompañan varios músicos en los escenarios. ¿Quiénes son?

Y: "Luis Henry Cruz, el Lele, que es nuestro bajista, Pablo Pérez Pascual en la guitarra eléctrica, y Daniel, alias el Tosco, en la percusión".

Se afirma que Círculo de Tiza es incisivo al mirar la realidad. ¿Cuánto de cierto hay en este criterio?

V: "Siempre decimos que hay una demarcación entre los trovadores de aquí de Santa Clara, a quienes respetamos muchísimo y son nuestros amigos además, que siempre tratan más la canción de amor, la pareja, la mujer, que también lo tiene Círculo de Tiza. Pero se marca una diferencia por la tendencia a las temáticas sociales que tenemos bastante realistas. Y, bueno, incisivos y cuestionadores sí. Lo que sí no podemos dejar de decir algo. Siempre hay un mensaje que toque a la puerta y como dice San Juan en el Apocalipsis: el que tenga oído que escuche y comprenda".

¿Qué piensan de la salud de la trova en nuestro país y en esta ciudad?

V: "Esa pregunta se las trae. Creo que por duro que parezca, es mi opinión, creo que está en crisis. Como un colega de La Habana, Samuel Águila, que dice en El Caimán Barbudo que la trova se está enquistando. Porque hay gente que le da salud a la trova, como en el Longina vimos unos muchachos de Santiago que están haciendo un trabajo genial trayendo música del Oriente y de Las Antillas, pero hay un síndrome, como dice un amigo que tengo aquí cerca, de la gozadera, que a veces tiende a embarrar ciertos principios que se deben tener en cuenta: qué estoy diciendo, cómo.

"No estamos en contra de cosas de la música cubana, pero hay que tener cuidado con ciertas cosas. Hay que decir otro tipo de cosas que, por ejemplo, los raperos están haciendo ahora. Por ejemplo, el movimiento hip hop hoy son los trovadores que en los años 60 fueron Silvio, Nicola…"

¿Y Yasmani qué piensa de esto?

Y: "No hay que añadir nada más. Es una pena lo que está sucediendo. Estamos hablando de revitalizar el folclor cubano, lo perdido, y no permitir que decaiga".

 
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