Apuntes sobre el Festival Longina 2014

Apuntes sobre el Festival Longina 2014

Por: Roberto Reyes (15 de enero de 2014)

Es casi unánime el criterio de que el recién finalizado Encuentro Nacional de Trovadores «Longina» ha roto con elementos rutinarios que lo desacreditaban. La presencia de cantores de varias generaciones, la profusión de conciertos y la esmerada organización distinguieron la XVIII edición del festival.

Frank Delgado ofreció un concierto durante la XVIII edición del Festival Longina. Foto: Carolina Vilches

Durante 4 días Santa Clara acogió a trovadores que visitaban la ciudad por primera vez, como los santiagueros Rulán Fernández y Jorge Noel Batista, y a otros que regresaban, como Reidel Bernal Fito, Ariel Díaz, Richard Gómez y Audis Vargas, entre otros.

Lo que pudiera llamarse «la trova de gran formato» estuvo representada por Enfusión —agrupación de Bejucal—, y los grupos santaclareños Cañasanta y Círculo de Tiza. Mientras que La Trovuntivitis, como un fantasma juglaresco, los cobijaba a todos y demostraba por qué es una suerte de engendro sublime.

Por primera vez visitó el evento el veterano cantautor Vicente Feliú, a quien se le veía deslumbrado y feliz al comprobar que la canción de autor cuenta con cientos de seguidores en el centro del país.

Los mismos sentimientos manifestaba Fidel Díaz Castro, director de la revista El Caimán Barbudo. Solo que el también promotor cultural y cantautor ya se ha convertido en un «adicto» al «Longina», evento que después transforma en textos cargados de vivencias.

Entre los conciertos que acapararon la atención del público vale destacar la presentación de Luis Alberto Barbería, integrante de Habana Abierta, en el Museo de Artes Decorativas, y el regreso de Frank Delgado al escenario del Teatro La Caridad.

El autor de Rockotocompás no defraudó a quienes le esperaban e hizo gala de su capacidad para imitar el sonido de una amplia gama de instrumentos musicales, que mezcló con textos cargados de una cubanía sin afeites, a ratos incisiva y siempre alegre.

Frank Delgado, por su parte, se vio obligado a acompañarse solo de la guitarra y, sin embargo, logró una extraordinaria empatía con el público, que tarareó las piezas conocidas, aplaudió los estrenos, y sonrió con sus anécdotas.

Otro momento singular fue la unión del holguinero Fernando Cabrejas y Vicente Feliú en la Sala Margarita Casallas de El Mejunje. El cierre del concierto fue un regalo especial para los «trovadictos»: el dueto interpretó Canción al desaliento, pieza que lleva la firma de Cabrejas y que formaba parte del repertorio del Trío Enserie.

Como es habitual, los trovadores anfitriones del evento ocuparon todos los sitios en los que se ofreció música y se departió con los amigos.

Roly Berrío puso patas arriba el Museo de Artes Decorativas con la autenticidad de sus canciones y su histrionismo avasallador. Mientras que el resto de la variopinta tropa de trovadores que vive en Villa Clara —Alain Garrido, Karel Fleites, Leonardo García, Yaíma Orozco, Yordan Romero y muchos otros— prestigiaba cada rincón de la ciudad.

Durante cuatro jornadas la Asociación Hermanos Saíz impregnó a Santa Clara —junto a municipios como Caibarién, Camajuaní, Sagua la Grande y Santo Domingo— de aires trovadorescos. El saldo ha sido positivo, y también esperanzador.