Filme cubano Conducta simbolo de resistencia

Filme cubano Conducta, símbolo de resistencia

Por: Roberto Reyes (25 de febrero de 2014)

El filme Conducta, de Ernesto Daranas, ha estremecido la sociedad cubana. Hacía tiempo que una obra cinematográfica no mostraba la realidad con tanta crudeza, alejada del choteo, el folclorismo o las consignas.

Carmela y Chala, protagonistas del filme Conducta. (Fotograma de la película)

Pero no hablaré del argumento del largometraje ni de las lecturas que generan sus trenes en movimiento, sus niños viviendo al límite, sus personajes autoritarios, sus criaturas descarriadas o extrañamente tiernas, sus perros ávidos de sangre. Me limitaré a mencionar la actitud indoblegable de Carmela, una maestra que recorre el filme convertida en símbolo de resistencia.

Justamente por eso, porque el talento de Daranas la convirtió en símbolo, la docente nos hace evocar a otras personas que han sido capaces de desafiar a los seres inmovilistas y serviles que les rodean.

Si nos adentráramos en el universo de la música alternativa, pudiéramos encontrar numerosas historias semejantes a la de Carmela. No obstante, voy a mencionar solo tres.

Hace más de 4 décadas Noel Nicola ofreció una lección de resistencia cuando algunos personajillos eliminaron de la televisión el espacio Mientras tanto, del trovador Silvio Rodríguez.

Cuentan que llamaron a Noel para invitarle a realizar un programa musical de jóvenes creadores. Después de dos emisiones el director del espacio le confesó al cantautor que lo que deseaba era formar una figura para desaparecer la de Silvio Rodríguez. Dicen que Nicola respondió con un exquisito arsenal de improperios y en muchos años no regresó a la televisión.

Paradigma de resistencia es Pedro Luis Ferrer, quien con la publicación en 1994 de su álbum 100% cubano se convirtió en un paria de las instituciones culturales cubanas.

El fonograma denunciaba problemas que eran considerados tabúes: el descontento de los cubanos por no poder alojarse en hoteles de renombre o viajar libremente a otras naciones, el incremento del jineterismo, la aceptación de la homosexualidad, la necesidad de transformaciones sociales, entre otros temas.

Pero la exclusión no tuvo el efecto que sus gestores deseaban: Pedro Luis Ferrer continuó aferrado a su credo; y el tiempo ha comenzado a darle la razón.

Los Aldeanos son otro ejemplo de resistencia. En poco más de una década de vida artística no han claudicado, a pesar de que la radio y la televisión los han sometido a una férrea censura por denunciar la burocracia y la corrupción, el autoritarismo y la doble moral, la mendicidad y el arribismo.

Ninguna de las entidades artísticas citadas es perfecta. Las tres, al igual que la maestra del filme, más de una vez han tenido desaciertos. Sin embargo, han sido capaces —como pocos— de enfrentarse a quienes engendran o defienden los absurdos cotidianos.

Me temo que en la sociedad cubana contemporánea no abundan las Carmelas y los Carmelos. Más bien proliferan las personas que mascullan sus insatisfacciones, que protestan por lo bajo. Son raras las criaturas que embisten contra los muros. Por eso la maestra recreada por el director Ernesto Daranas en el filme Conducta se ha convertido en un símbolo de resistencia.