Canciones contra la burocracia
Canciones contra la burocracia
Por: Roberto Reyes (17 de febrero de 2013)
En la sociedad cubana contemporánea la burocracia ha desarrollado un entramado que puede llegar a irritar, agobiar y hasta asfixiar a quien pretenda realizar un trámite o resolver algún problema.
4ta. acepción de la palabra «burocracia», tal como aparece en el Diccionario de la Real Academia Española.
Foto: www.rae.es
Y como los trovadores poseen la costumbre inveterada de observar el entorno, sus canciones cuestionan las demoras interminables, la verborrea, los cuños, los sellos y el papeleo que genera el burocratismo.
Por un asunto laboral,
en el lugar me personé,
acabadito de bañar,
y perfumado hasta los pies.
Con el carnet de identidad,
cuatro fotos que me tiré,
con mi expediente laboral,
y hasta el aval del comité.
Pensé qué me podrá faltar,
si la cuestión era sencilla.
(…)
Y me mandaron pa'l comité militar,
los militares me mandaron pa' salud,
de salud me mandaron para educación,
de allí para la CTC municipal,
del sindicato para el registro civil,
y del registro no paré hasta la ONAT,
la ONAT me dijo llégate a la juventud,
la juventud me peloteó pa'l tribunal,
del tribunal para servicios comunales,
de comunales para el Poder Popular,
y allá a buscar los antecedentes penales,
y de penales,
y de penales,
y de penales,
para el circo nacional.
En esta canción Tony Ávila describe un fenómeno que en Cuba es conocido como «peloteo» —enviar a una persona a varios sitios para resolver un trámite.
Sin acritud, más bien con humor, el trovador va delineando el vía crucis que tuvo que enfrentar para solucionar «un asunto laboral». Y los detalles, aunque parezcan sacados de una novela fantástica, reproducen fielmente la realidad.
Pero no siempre el burocratismo aparece en una canción con tantos pormenores. En ocasiones, se alude al fenómeno a la manera de un flash cinematográfico. Es el caso de Los Salieris:
(...)
Todavía está Salieri suelto por ahí
alabando cualquier etiqueta,
ojalá el año que viene sea ya su fin,
duele tanto el golpe de su espuela.
Se afila las uñas cuando va a atacar
y desgarra lunas indefensas,
a su presa muestra una sonrisa fiel
y en su sombra gris esconde muecas.
Está en la servidumbre,
en la avaricia,
en la traición,
en el burocratismo,
en la tibieza,
en la corta visión.
(...)
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No por breve deja de ser contundente la alusión que hace Jorge García al burocratismo. Con una asombrosa economía de recursos, el cantautor describe ciertas actitudes que distinguen a los Salieris —nombre con el que algunos identifican a los mediocres—, para después irlos situando en el ambiente en el que proliferan: la servidumbre, la avaricia, la traición, el burocratismo...
Al definir la palabra «burocracia», la Real Academia Española menciona el «papeleo» como una de sus causas. Y como los papeles burocráticos provocan enfado, desengaño y hasta rabia, no resulta raro encontrarlos convertidos en sustancias de canciones.
(...)
Papeles por nada,
la vida acuñada,
cultura elevada en papeles.
Papeles por nada,
papeles coartada,
donde envuelves todo
para mañana.
Papeles contaminados,
ridiculizados
(...)
En este fragmento de la pieza Papeles Polito Ibañez la emprende contra los papeles que muestran «la vida acuñada», tal como la conciben los burócratas. Y por si fuera poco, los califica de «contaminados» y «ridiculizados».
Sin embargo, aunque la canción denuncia lo que pudiéramos llamar el «burocratismo cotidiano», el cantor trasciende la mera anécdota y alude a los daños que el fenómeno puede traer para la nación:
(...)
papeles disfrazados,
donde ponemos la historia
que nos queremos decir,
y así vivir y vivir, vivir y fingir,
entre papeles vivir
(...)
Los burócratas son «asesinos» de sueños. Digo más, pueden llegar a destruir países. Porque su pasión por la modorra, el papeleo, la ineficiencia, la dilación y el «peloteo» conduce, irremediablemente, a la incredulidad, la desesperanza o la asfixia.