Ciudad Metal en marcha desafiante
Ciudad Metal, en marcha desafiante
Por: Roberto Reyes (29 de octubre de 2011)
Los seguidores del rock han vuelto a abarrotar el parque Leoncio Vidal de Santa Clara. Han llegado desde todos los rincones del país: Holguín, Santiago de Cuba, Cárdenas, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Pinar del Río... El festival Ciudad Metal los convoca y el centro de la ciudad les sirve de sitio de descanso, tertulias, descargas con guitarras, brindis y reencuentro con los amigos.
Muchos de los allí reunidos nos confesaron que este es el mejor festival de rock que se realiza en Cuba. Así nos declaró Cindy, una chica habanera apasionada por el punk, quien lleva tres años sin perderse el evento, porque le da la posibilidad de descargar con su música favorita. Sin embargo, lamenta que en la capital las pocas instituciones que están a favor del rock prefieren las corrientes metaleras, y por eso manifestó:
"No voy al Maxim Rock a nada. Por ejemplo este año no ha tocado ni una sola banda punk. Nada más Callejeros Condenados. Esta es una banda que surgió en enero, el día del aniversario de la muerte de William, y fue un proyecto de Escape con Hipnosis. Y claro, le descargamos igual porque es punk, pero es una banda nueva, y nosotros queremos escuchar las viejas, las que conocemos bien, y debían invitarlas aunque sea una vez al año. Creo que la última vez que tocó un grupo (punk) fue el año pasado, que lo invitó Zeus."
Conversamos con decenas de jóvenes y todos reiteraban una sentencia: Ciudad Metal es el más grande espectáculo roquero del país. Algunos, incluso, nos revelaron que han asistido a la mayoría de las ediciones del festival. Es el caso de Luis Darién Katao, de la banda Limalla, quien desde el año 2000 no se ha perdido ningún encuentro:
"Es que Santa Clara tiene un historial tremendo. Además no es lejos para nadie, porque está en el centro (de Cuba). Santa Clara tiene vida, vibra, y le ronca... y de un lugar a otro se llena de gente que sigue el rock."
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Y como no ha parado de llover, sobre todo por la noche, los organizadores del festival trasladaron los conciertos para el cine-teatro Cubanacán. Pero el recinto es pequeño para las miles de personas que desean entrar, por ello se quedan afuera cientos de seguidores del rock. A propósito, la instalación no cuenta con aire acondicionado y en su interior la atmósfera se caldea hasta límites de asfixia. Sin embargo, el ambiente es dominado por tres palabras: desafío, resistencia y disfrute. No hay otro modo.