Carlos Abreu trovador con Malas intenciones
Carlos Abreu, trovador con Malas intenciones
Por: Roberto Reyes (5 de diciembre de 2014)
En la noche de este jueves 4 de diciembre, en la Sala Margarita Casallas de El Mejunje, el joven trovador Carlos Abreu se presentó por primera vez en concierto con su recién creada agrupación Malas intenciones.
El joven trovador Carlos Abreu se presentó por primera vez en concierto.
Foto: Carolina Vilches
El grupo acompañante estuvo integrado por un bajo, dos guitarras, una batería y una voz femenina; y, tal como se nombra un tema del cantor, la velada se denominó Arrazando el monte.
La presentación comenzó con Me hice un hombre, pieza que está a medio camino entre el pop y el rock. Y aunque en estos tiempos semejante híbrido ha sido bastante vilipendiado y maltratado, el cantor lo asume sin edulcoramientos y sale airoso de la empresa.
Durante la velada, Abreu fue alternando la interpretación junto al grupo y el canto en solitario con su guitarra. De manera que en ocasiones destilaba energía a raudales y a veces se volvía intimista.
Precisamente muchos de los momentos más hermosos del concierto sucedieron cuando el trovador se quedó a solas con el instrumento de las seis cuerdas. Fue entonces cuando interpretó un bolero sensible titulado Despedida, en el que inserta fragmentos de Nosotros, la composición de Pedro Junco.
También auxiliado solo por la guitarra regaló una bella canción —cuyo nombre el audio del recinto distorsionó— que, según explicara, comenzó a componer mientras estudiaba en el preuniversitario y terminó cuando ya estaba en la universidad.
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Marioneta, Paredón, En un gemido, Muchos precisan y Mulata integraron la docena de piezas aderezadas con elementos de la trova, la timba, el blues, el rock y el pop que se escucharon durante el concierto.
El cierre fue con el tema Arrazando el monte, que le dio nombre a la presentación y que, además de ser «mezcla del Caribe, salsa con bembé», es la que mejor refleja el carácter de un trovador que siempre parece estar con los nervios a flor de piel y la canción a punto de estallar en su garganta.