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Karel Fleites entre confesiones y recuerdos

Karel Fleites, entre confesiones y recuerdos

Por: Roberto Reyes (22 de junio de 2011)

Karel Fleites ha regresado a su tierra natal, Santa Clara, después de una gira que realizó por Argentina. El cantautor e instrumentista se presentó en varias de las provincias norteñas de esa nación y, sobre todo, en la ciudad de Buenos Aires.

Karel Fleites

Como hacía tiempo que deseaba contar con su presencia en uno de los espacios que dirijo en la emisora Estereocentro, utilicé su arribo como pretexto para invitarlo a la radio. Karel accedió y, durante 85 minutos, mi amigo Alexis Boentes —quien pronto se graduará de periodista— le hizo andar entre confesiones y recuerdos.

Al evocar su niñez, el cantor refiere que el ambiente familiar que lo rodeaba le condujo por el camino de la música. Su padre tocaba la guitarra, sus hermanos también, y la casa con frecuencia era amenizada con descargas (así llamamos en Cuba a las actuaciones musicales espontáneas en las que se reúne un número reducido de personas).

A inicios de los 90, con apenas 5 ó 6 años, comenzó a probar suerte en numerosos deportes, pero los resultados no eran positivos. Mientras tanto, en su interior la música seguía labrando su espíritu. Incluso entre sus contemporáneos era considerado una especie de bicho raro, porque prefería escuchar propuestas musicales que los jóvenes cubanos de entonces no seguían, como el argentino Fito Páez.

Al cumplir 12 años se sintió atraído por la obra emergente de algunos raperos jóvenes de la ciudad, sobre todo de Jailem Fuentes, quien había creado la agrupación Tercer Elemento. Al poco tiempo se integró al trabajo del naciente movimiento santaclareño de hip hop. Descubrió, entonces, los escenarios, el canto y el trabajo de creación musical.

En los 90 la cultura hip hop —en la que está insertado el rap— era rechazada por un sector de la población y tampoco tenía a su favor el apoyo de muchas instituciones. Sin embargo, la familia de Karel siempre lo estimuló. Incluso, el respaldo continuó inalterable cuando el músico, con apenas 13 años, decidió unirse a la banda punk Eskoria.

Si el rap de la agrupación Tercer Elemento era considerado contestatario, el punk de Eskoria era estimado como incendiario. Las piezas de la banda mostraban una crítica corrosiva hacia la sociedad. Sin embargo, a pesar de los fuertes reproches que siempre le hizo William Fabián —el desaparecido director de Eskoria— a nuestro entorno, Karel nos hizo una confesión singular:

"Era un hombre muy crítico con la sociedad, muy preocupado por los problemas sociales de este país —que los tiene, como todos los países del mundo—, pero lo que sí puedo asegurar es que no era para nada un imperialista. Es decir, el tipo era antiimperialista totalmente. Simplemente criticaba lo que veía, para mejorar su sociedad... Siempre recuerdo eso, porque un día tuvimos un debate con Porno para Ricardo, que es una banda que ha llegado a ser más polémica que Eskoria... y recuerdo que William un día a mí me dijo: «ahí hay algo que no me gusta, y es su ideal imperialista». Y eso a mí me llamó la atención."

Este y muchos otros recuerdos provocan en el cantautor gestos entre nerviosos y tiernos. Y es que durante diez años fue el amigo inseparable de William, quien —de modo absurdo— encontró la muerte a la salida de un concierto. Pero Karel prefiere evocarlo como si estuviera vivo. Entonces no puede evitar acordarse de que el líder de Eskoria fue de los primeros músicos en Cuba que quiso mezclar el rap con el punk, que fue quien lo llevó a esa banda para tocar el bajo, y que junto a él recorrió casi todos los festivales de rock del país.

Pero Karel es un creador inquieto, y Santa Clara es un ciudad con una cautivante cultura ecléctica. De ahí que el músico, sin abandonar el rock, comenzó a acompañar a trovadores como Michel Portela, Diego Gutiérrez, Alain Garrido, Roly Berrío y muchos otros.

Finalmente no pudo evitar convertirse él mismo en cantautor. Y con ese «ropaje» acaba de visitar el sur del continente. La Central de Trabajadores de Argentina lo invitó a varios eventos y conciertos de los que Karel guarda recuerdos indelebles. Río Cuarto, Entre Ríos, Misiones, Buenos Aires, La Plata y muchos otros sitios aplaudieron al cantautor. Tal fue la acogida, que el músico ha regresado con las pilas cargadas; prepara un nuevo video-clip, está grabando nuevas canciones, proyecta un concierto en el más importante teatro santaclareño y sueña. Sobre todo eso: sueña.

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