Tanya pretexto para hablar de regresos

Tanya, pretexto para hablar de regresos

Por: Roberto Reyes (5 de diciembre de 2013)

Tanya nunca debió irse. Y no me refiero a su decisión de fijar residencia en otra nación —un acto legítimo que no debiera ser cuestionado—, sino al hecho de haber desaparecido de la radio y la televisión cubanas. Pero sucedió: la cantautora, sin su consentimiento, «se fue» de los medios cubanos.

Tanya regresó a un escenario cubano después de 20 años.
Foto: Tomada del perfil de la cantante en Facebook

Cuando la compositora e intérprete de Acorralada decidió emigrar, algunos dejaron de considerarla una artista talentosa y la convirtieron en un ente digno de desprecio. Sin embargo, muchos continuaron apreciando su valía.

Hace pocos días, después de 20 años alejada de la tierra cubana, Tanya regresó y, según reportes de prensa, la acogida fue muy positiva. Se le vio en el capitalino teatro Bertolt Brecht, como invitada de Osamu, e interpretó tres piezas: El desierto y el mar, Sobreviviendo y Ese hombre está loco.

Pero mencionar a la talentosa cantautora en estas líneas es solo un pretexto para hablar de regresos necesarios y añorados.

Para regocijo de muchos cubanos, y para insuflar vitalidad a la cultura del mayor archipiélago caribeño, en el universo artístico se están derribando algunos muros. Y aunque a veces son transformaciones en las que se percibe cautela y hasta cierta ambigüedad, ahí están.

Es el caso de la autorización para que regresen a la radio y la televisión cubanas las grabaciones de las entidades artísticas que durante años estuvieron vedadas. Estas y otras acciones han creado un ambiente de distensión en la comunidad de músicos y cantantes que habían sido excluidos de los medios.

De ahí que en los últimos tiempos han sido varias las sorpresas que han recibido los seguidores de la escena musical alternativa: el trovador Karel García se ha presentado en varios sitios de La Habana, Gema Corredera estuvo en un concierto que recientemente ofreció Marta Valdés en el capitalino Centro Pablo, Xiomara Laugart acompañó a Santiago Feliú en Casa de las Américas y la tropa de Habana Abierta también visitó el suelo cubano.

Sospecho que no es un proceso fácil. Es posible que al otro lado de la frontera emerjan —probablemente ya han aparecido— presiones y amenazas para que los artistas no se presenten en Cuba. También será inevitable que algunos compositores, cantantes e instrumentistas se muestren escépticos ante los cambios.

Del mismo modo, en este extremo pueden surgir dificultades. Sobre todo creadas por los recalcitrantes, cuyo modus operandi es inconfundible: califican de «debilidad ideológica» el hecho de permitir el regreso de esos creadores al país o a la programación de las emisoras de radio.

No obstante, los tiempos son otros. Mientras unos pocos se rasgan las vestiduras, la mayoría siente regocijo por el regreso de Tanya, Gema Corredera, Habana Abierta, Karel García, Xiomara Laugart, Issac Delgado, Gonzalo Rubalcaba, Iván Latour...

Con estos y otros retornos la cultura cubana se robustece y se rompen las barreras artificiales. Solo debieran excluirse los artistas que por voluntad propia desean ser excluidos.

Ojalá que en un futuro no muy lejano regresen a los escenarios cubanos Athanai, Amaury Gutiérrez, Levis Aliaga, Raúl Cabrera, Paquito D' Rivera y tantos otros. No importa que aquí y allá aparezcan dos o tres personajillos dispuestos a dar pataletas por los rincones en señal de desaprobación. Cuba es una sola.