Silvio en la ciudad argentina de Cordoba

Por: Tere Crespi (18 de noviembre de 2011)

Casi a último momento del 10 de noviembre me llegó la sorpresa de que asistiría al concierto de Silvio en Córdoba, Argentina. Después de haber disfrutado de una de sus presentaciones en Guanabacoa, en un ambiente privilegiado y único, la idea de verlo en un estadio como el Orfeo me llenaba de ganas y a la vez de curiosidad, ¿cómo sería?.

Un río de gente se acercaba a la instalación donde se desarrollaría el recital. Hacia 11 años que Silvio no tocaba en Córdoba. Era, sin duda, un reencuentro.

Comienza el concierto con el Trío Trovarroco en el escenario interpretando Son para ti (de Pepe Ordaz), versión instrumental con incomparable interpretación del tres en manos de Maykel Elizalde, con una hermosa sonoridad, acompañado por Rachid López en la guitarra, César Bacaró en el bajo, Óliver Valdez en la percusión y Niurka González en la flauta traversa y el clarinete.

Aparece Silvio en el escenario: minutos de aplausos interminables y algún que otro grito desde las tribunas. Se escucha En el claro de la luna, luego Sea Señora y Carta a Violeta Parra, de su último trabajo Segunda Cita. Para los que esperaban a Silvio "a guitarra limpia", tal vez fueron sorprendentes o inesperados los arreglos de las canciones; a mi gusto muy bien logrados, enriqueciendo las melodías originales.

Silencio en las 7 u 8 mil personas asistentes: no cantan sus canciones, para mi enorme desconcierto. Sigue una pieza inédita que Silvio dice es una fábula, se llama Cuentan, es un hermoso son. Interpreta versiones nuevas de Virgen de Occidente, De la ausencia y de ti… En el momento en que toca Días y flores el público parece despertar. ¿Es posible que no conocieran su obra más reciente y solamente la de años atrás y esperaran esos temas? La versión era soneada, muy bien instrumentada. A continuación llegó Mariposas.

Estaba anunciada, pero igual fue sorpresiva, la aparición de Amaury Pérez en el escenario para cantar a dúo con Silvio Con dos que se quieran. Luego haría dos temas en solitario: Acuérdate de abril y Hacerte venir.

Más tarde Silvio regaló Sonrisas de papel, Canción del Elegido, El Mayor, La Gaviota,…El reparador de sueños, Óleo de mujer con sombrero, Escaramujo, Quien fuera, La maza, La era. Y ante la insistencia del público regresó al escenario e interpretó El Necio, Demasiado, Historia de las sillas, Ojalá, Pequeña serenata diurna.

Disfruté de Paula, esa canción tan hermosa que nunca le había escuchado cantar en vivo... Te doy una canción, un tema que de haber podido le hubiera pedido.

Hermoso concierto, impecable desde el punto de vista musical. Músicos de excelencia.

Si algo faltó, en mi modesta opinión, fue más acompañamiento de la gente. Tal vez, como ya mencioné, debido al poco conocimiento de su obra. Creo que si alguien grabó este concierto le llamará la atención el profundo silencio del público. El trovador se comunica y establece una relación con las personas que asisten a verlo, hay un ida y vuelta, que hace que un concierto tenga una atmósfera, una emoción, o carezca de ellas.

Pienso que el público cordobés, en general, está muy poco actualizado de la obra de Silvio. Hay críticas dando vueltas que dicen que no tocó las canciones emblemáticas que la gente le pedía, pero me pregunto, ¿sacando el repertorio Segunda Cita, disco del 2010, el resto de la obra de Silvio no es conocida para las personas que asistieron al concierto? Para los amantes de la trova cubana, y seguidores de Silvio, fue un deleite, desde la selección de los temas hasta los arreglos. La posibilidad de escuchar piezas inéditas y la gran disponibilidad del artista de hacer un concierto maravilloso de dos horas y media de duración, con cuatro salidas a pedido de la gente, ¿qué más podemos pedir? En todo caso sería mejor reflexionar acerca de qué más podemos dar como público.

Gracias Silvio por tu entrega y tu calidad musical y personal, demostrada en todos estos años de trayectoria plena de coherencia y enorme profesionalidad.